"!Fue
sueño ayer; mañana será tierra!
!Poco
antes, nada; poco después, humo!
!Y
destino ambiciones, y presumo
apenas
punto al cerco que me cierra!
Breve
combate de importuna guerra,
en
mi defensa, soy peligro sumo;
y
mientras con mis armas me consumo,
menos
me hospeda el cuerpo, que me entierra.
Ya
no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy
pasa, y es, y fue, con movimiento
que
a la muerte me lleva despeñado.
Azadas
son la hora y el momento
que,
a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan
en mi vivir mi monumento."
Nos encontramos frente al poema ¡Fue sueño ayer, mañana será tierra! El autor del cual es Francisco
Gómez de Quevedo y Villegas, nació en Madrid en 1580, en el seno de una familia
de la nobleza cortesana. Estudió con los jesuitas y en la Universidad de
Alcalá. A partir de 1613, estuvo al servicio del duque de Osuna, y realizó
misiones diplomáticas y políticas. Con la caída del duque fue condenado a
prisión y desterrado al a sus posesiones de la Torre de Juan Abad, a partir de
ahí en su vida empieza una etapa azarosa y desgraciada que marca aún más su
carácter agriado. Muere en 1645 en Villanueva de los Infantes.
El tema principal es el tempus fugit, podemos verlo reflejado en el poema al hacer
referencia a la fugacidad de la vida, al paso del tiempo en el segundo
cuarteto: ‘’Breve […] hasta […] entierra.’’
Empezamos analizando la parte externa en la que podemos
observar que es un soneto, estructura poética formada por dos cuartetos y dos
tercetos con versos eptasílabos, la rima es consonante y el esquema rítmico que
nos presenta es: ABBA, ABBA, CDC, DCD.
En esta parte los recursos literarios de forma podemos decir que utiliza en diversas ocasiones el encabalgamiento tanto abrupto como suave;
Breve combate de importuna guerra,
en
mi defensa, soy peligro sumo;
y
mientras con mis armas me consumo,
menos
me hospeda el cuerpo, que me entierra.
En el segundo verso de esta estrofa, encontramos un
encabalgamiento abrupto y en el tercero, uno suave, podríamos decir que el
autor utiliza este recurso para dar una fluidez determinada al texto, también
para darle más importancia a lo que viene a continuación.
En el segundo verso del primer cuarteto hay una anáfora: “Poco antes, nada, poco después,
humo!’’ Tal vez utiliza este recurso para hacernos ver que realmente en un
breve espacio de tiempo todo puede cambiar, para hacer referencia a la
velocidad del paso del tiempo.
En el primer terceto, en su segundo verso encontramos un polisíndeton
‘’…hoy pasa, y es, y fue con movimiento…’’
También podemos ver en el último terceto, en los dos últimos versos una
anáfora al repetir constantemente ‘’mi’’ , podríamos aventurarnos diciendo que
utiliza esta repetición para hacer hincapié en su muerte, su pena, reflejando
así el filosofía pesimista que presenta frente al paso del tiempo en el poema.
Azadas
son la hora y el momento
que,
a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan
en mi vivir mi monumento."
En mi opinión, la obra está dividida en dos partes; la primera parte en
la que el autor aun no ha muerto y ve como se avecina una batalla entre su vida
y la muerte y cómo él con el paso del tiempo se va debilitando, está en los dos
cuartetos.
"!Fue
sueño ayer; mañana será tierra!
!Poco
antes, nada; poco después, humo!
!Y
destino ambiciones, y presumo
apenas
punto al cerco que me cierra!
Breve combate de importuna guerra,
en
mi defensa, soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.
Y la segunda parte que es cuando
el autor ya ha fallecido y habla como si fuera el alma. El autor tiene un punto
de vista bastante pesimista ya que habla en todo momento de la muerte.
Ya
no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy
pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
Azadas
son la hora y el momento
que,
a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento."
A lo largo del poema
Quevedo utiliza un gran número de metáforas;
Al principio del segundo cuarteto, todo el primer verso “Breve combate
de importuna guerra,’’ metáfora de la lucha contra la muerte, es decir, un día
es un breve combate de una guerra que es la vida.
El segundo verso, “en mi defensa, soy peligro sumo”, es otra metáfora,
de la lucha contra la muerte, pero con un significado distinto en esta Quevedo podría
querer expresar que aún no ha llegado su hora, tiene la suficiente capacidad
para luchar contra la muerte.
En el tercer verso “y mientras con mis armas me consumo” encontramos
otra vez este recurso, aunque esta vez referido al paso del tiempo, ya que poco
a poco se va muriendo.
En el cuarto y último verso de la estrofa, también se puede encontrar una metáfora de muerte,’’ cavan en mi vivir mi monumento." en esta, el alma se ha marchado del cuerpo y la muerte ha ganado la “guerra”.
Por último podríamos decir que el
segundo cuarteto, es una gradación descendente, ya que las metáforas que
utiliza son de más vida a menos, se va acercando a la muerte.
El autor nos quiere
transmitir a través de las distintas metáforas a lo largo del poema y de los
otros recursos utilizados que el tiempo pasa más de prisa de lo que esperamos,
y que la muerte, siempre llega,
vencedora. Repite constantemente el tema de tempus
fugit.
Tenemos que hacer referencia a la vinculación
que tenía con el conceptismo barroco, ya que fue su creador. En esta época
vemos como todo está sumido en un profundo pesimismo. El uso constante de
recursos, y el hecho de querer crear poemas en los que cada verso formara una
sentencia completa por lo que se refiere al significado hace que sus poemas
sean muy densos, muy cargados.
El siglo XVII fue para España un período de grave crisis política,
militar, económica y social que terminó por convertir el Imperio Español en una potencia de segundo rango dentro de Europa, esto está presente en la obra de
Quevedo que utiliza, los romances y en algunas ocasiones los sonetos como
vehículo a la crítica social española y donde presenta las causas más profundas
de su decadencia.
Planteándome el poema de una manera más propia podría decir que la intencionalidad
del autor, en este caso, es incitarnos, presentándonos el paso del tiempo desde
el pesimismo, a que aprovechemos al máximo nuestra juventud, cuando aún somos
fuertes para luchar contra la muerte, porque esta, siempre llega, y, por mucho
que lo intentemos, termina siendo la vencedora del juego, al que llamamos vida.
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